El viernes, las principales ciudades de la costa este de EE UU ven algo de alivio del humo provocado por los incendios forestales canadienses a medida que la bruma se desplaza hacia el sur.
Por primera vez en dos días, Nueva York y Washington, DC, vieron una mejora en la calidad del aire de los niveles peligrosos.
Pero varias metrópolis del sur, incluyendo Louisville, Kentucky, y St. Louis, Missouri, se espera que experimenten una calidad del aire insalubre.
Esta semana, el humo ha puesto a millones de personas en alerta sanitaria.
No había habido tanta contaminación atmosférica en las ciudades de la costa este en décadas gracias a los incendios forestales, que obligaron a cancelar actividades al aire libre y vuelos tanto en EEUU como en Canadá.
El Centro Interinstitucional Canadiense de Incendios Forestales informa de que, hasta el viernes, aún había más de 400 incendios activos en todo Canadá, incluidos más de 200 que se consideran fuera de control.
Las autoridades han instado a los residentes a permanecer en el interior tanto como sea posible y a llevar mascarillas cuando salgan al exterior, especialmente las poblaciones vulnerables. Varios problemas de salud, incluyendo un pulso elevado, dolor en el pecho, y la inflamación de los ojos, la nariz y la garganta, según los expertos, pueden ser provocados por la exposición al humo de los incendios forestales.
En un comunicado el viernes, el Servicio Meteorológico Nacional declaró que el humo de los incendios forestales "seguiría siendo transportado hacia el sur por los vientos en los EE.UU..
Los vientos supondrán un alivio para varias ciudades, entre ellas Washington DC, Filadelfia y Nueva York, donde esta semana la calidad del aire era significativamente peor que la de ciudades extranjeras como Lahore, Dhaka y Hanoi.
Estados Unidos había enviado más de 600 bomberos a Canadá para ayudar en la lucha contra los incendios desde mayo, según el Sr. Biden, quien dijo esta semana que estaba en contacto con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Se espera la peor temporada de incendios forestales jamás registrada, según las autoridades canadienses.
La probabilidad de que se produzcan incendios forestales debido al calor y la sequía es mayor como consecuencia del cambio climático.
