Un juez se ha referido al "perverso engaño" de una mujer al fabricar un certificado de título de médico para poder trabajar como psiquiatra durante más de dos décadas.
El Tribunal de la Corona de Manchester fue informado de que Zholia Alemi afirmó haber obtenido su título en la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, y trabajó por todo el Reino Unido.
Alemi, de Plumbe Street, en Burnley, se había declarado inocente de 20 delitos, entre ellos falsificación, pero aun así el jurado le declaró culpable.
Podría pasar una "considerable temporada" en prisión, según la juez Hilary Manley.
El 28 de febrero será sentenciada ante el tribunal tras ser declarada culpable de 13 cargos de fraude, tres cargos de obtención de una ventaja financiera mediante engaño, dos cargos de falsificación y dos cargos de uso de un instrumento falso.
Después de enviar el certificado falso al Consejo Médico General (GMC) para registrarse para ejercer en 1995, el tribunal escuchó que Alemi había ganado hasta 1,3 millones de libras en salarios del NHS.
Además, el tribunal escuchó que envió una carta de verificación falsificada que decía "seis años de médico en prácticas con calificación satisfactoria" y que tenía la palabra "verify" escrita como "varify".
Alemi había indicado tres fechas de nacimiento diferentes en los documentos, según el fiscal Christopher Stables, que también declaró que se creía que Alemi tenía 60 años.
Según los registros de la universidad, Alemi, que nació en Irán, fue descalificada para volver a presentarse a la universidad neozelandesa tras suspender los exámenes.
Declaró que ella y su familia habían huido a Nueva Zelanda por haber sido torturados.
El tribunal también fue informado de que Alemi, que anteriormente residía en High Harrington, Cumbria, había sido condenada a cinco años de prisión tras ser declarada culpable de tres delitos de fraude en 2018 relacionados con la falsificación del testamento de una mujer de 84 años, que le habría dejado el bungalow de Keswick de la mujer y 300.000 dólares.
Al hablar con ella, el juez Manley declaró que solo había "una sentencia posible y esa será una sentencia de custodia inmediata de alguna duración sustancial".
Alemi afirmó que trabajó durante un período prolongado de tiempo con "personas posiblemente muy vulnerables" mientras participaba en un "engaño deliberado y perverso" contra varias autoridades sanitarias.
Alemi cometió un delito "muy grave", continuó, pero también cuestionó "cómo este acusado pudo ejercer durante tanto tiempo, en tantos puestos".
Tras la condena de Alemi en 2018, el GMC se disculpó por sus controles "inadecuados" en los años 90 e inició una revisión urgente de los cerca de 3.000 médicos extranjeros que ejercen en Reino Unido.
