En un campo históricamente competitivo de 102 candidatos, una abanderada progresista de izquierdas ha ganado las elecciones a la alcaldía de Toronto.
La favorita era Olivia Chow, ex concejala y parlamentaria de 66 años.
La asequibilidad y la seguridad pública han recibido mucha atención en la carrera.
Los votantes de Toronto eligieron a un nuevo alcalde por segunda vez en ocho meses como consecuencia de la abrupta dimisión de John Tory como alcalde.
El Sr. Tory, un conservador moderado de 68 años, dimitió en febrero apenas unas horas después de que el Toronto Star informara de que había tenido una aventura con una empleada que tenía 31 años durante la pandemia de Covid-19.
Solo unos meses antes, el Sr. Tory había ganado fácilmente un tercer mandato con más del 60% de los votos.
No surgió ningún retador obvio de centro-derecha para el Sr. Tory en esta, la primera carrera por la alcaldía de Toronto sin un titular desde 2014.
Con la excepción de la ex teniente de alcalde Ana Bailo, que recibió un respaldo de última hora del Sr. Tory, y el ex jefe de policía Mark Saunders, que recibió cierto apoyo del primer ministro de Ontario, Doug Ford, el apoyo no se unió en torno a los aspirantes, dando a la Sra. Chow un camino estrecho hacia la victoria. Su victoria sugiere posibles conflictos futuros con el Sr. Ford, el primer ministro conservador que afirmó a principios de este mes que su victoria sería "un desastre sin paliativos", ya que será la primera vez en diez años que un progresista estará a cargo de la ciudad.
La Sra. Chow, nacida en Hong Kong, es una reconocida veterana de la política progresista canadiense.
Antes de ser elegida diputada en 2006, fue concejala del centro de Toronto. Jack Layton, el difunto líder federal del NDP fallecido en 2011, era su marido.
La Sra. Chow se presentó a la alcaldía en 2014, pero quedó tercera.
Prometió construir viviendas en terrenos de propiedad municipal y aumentar las ayudas a los inquilinos como parte de su campaña, centrada en la crisis de asequibilidad de la vivienda en Toronto.
Su plataforma pedía más ayuda para la población sin hogar de la ciudad, incluida la construcción de más viviendas sociales y el establecimiento de "espacios de respiro", que proporcionarían acceso las 24 horas del día a servicios esenciales como comidas y duchas para los torontonianos.
Sin embargo, fue criticada por no decir cuánto aumentaría los impuestos sobre la propiedad para financiar sus promesas.
